Cuando los pulmones inhalan, el diafragma se contrae y empuja hacia abajo. Como resultado, el aire entra y llena los pulmones. La segunda fase se llama expiración o exhalación. Cuando los pulmones exhalan, el diafragma se relaja y el volumen de la cavidad torácica disminuye, mientras que la presión en su interior aumenta.
¿Cómo se mueve el diafragma durante la espiración?
Al inhalar, el diafragma se contrae y se aplana y la cavidad torácica se agranda. Esta contracción crea un vacío que atrae el aire hacia los pulmones. Al exhalar, el diafragma se relaja y vuelve a su forma de cúpula, y el aire sale de los pulmones.
¿Qué le sucede al diafragma durante la espiración forzada?
La exhalación es un proceso pasivo debido a las propiedades elásticas de los pulmones. Durante la exhalación forzada, los músculos intercostales internos que bajan la caja torácica y disminuyen el volumen torácico, mientras que los músculos abdominales empujan hacia arriba el diafragma, lo que hace que la cavidad torácica se contraiga.
¿El diafragma se mueve hacia arriba o hacia abajo durante la exhalación?
Cuando inhala, su diafragma se contrae (aprieta) y se mueve hacia abajo. Esto crea más espacio en la cavidad torácica, lo que permite que los pulmones se expandan. Cuando exhalas, sucede lo contrario: tu diafragma se relaja y se mueve hacia arriba en la cavidad torácica.
¿Tiene el diafragma un papel importante en la espiración?
Los músculos inspiratorios primarios son el diafragma y los intercostales externos. La espiración normal relajada es un proceso pasivo, ocurre debido al retroceso elástico de los pulmones y la tensión superficial. Los músculos de la inspiración elevan las costillas y el esternón, y los músculos de la espiración los deprimen.