Cuando nos tomamos el tiempo para orar, reconocemos nuestra dependencia del Señor y de su gracia y misericordia. Dios no necesita tus oraciones porque Él sabe exactamente lo que necesitas antes de que lo pidas, pero lo necesitamos en nuestras vidas desesperadamente. Nuestras oraciones son un acto proactivo de fe de nuestra parte.
¿De qué sirve orar si Dios ya tiene un plan?
La oración es comunicación con Dios Cualquier cosa que necesitemos la podemos encontrar en Dios y Su Palabra. Por lo tanto, la oración es de suma importancia cuando buscamos el plan y la voluntad de Dios para nuestra vida. Cuando oramos, Dios nos escucha y responde. Además, cuando nos comunicamos con Dios a través de la oración, somos más capaces de conocer el corazón y el plan de Dios.
¿Cuál es el verdadero propósito de la oración?
Podemos usar la oración como una forma de abrir nuestro corazón a Dios, no como un ser que vive en un cielo extradimensional, sino como la fuente de energía creativa dentro de nosotros y del universo. Al aquietar nuestras mentes, podemos abrirnos para experimentar directamente este terreno divino.
¿Por qué Dios quiere que oremos?
Nos dirigimos a la oración porque es la forma más personal de experimentar a Dios, de encontrarlo y de crecer en su conocimiento. Según el libro de Efesios, el deseo de Dios es que oremos “en toda ocasión con toda clase de oraciones y peticiones” (Efesios 6:18).
¿Dios me escucha cuando oro?
A través de las Escrituras, se nos enseña que Dios siempre escuchará nuestras oraciones y las responderá si nos dirigimos a Él con fe y verdadera intención. En nuestro corazón sentiremos la confirmación de que Él sí nos escucha, un sentimiento de paz y tranquilidad. También podemos sentir que todo estará bien cuando sigamos la voluntad del Padre.