Pequeños sacos de aire al final de los bronquiolos (diminutas ramas de los conductos de aire en los pulmones). Los alvéolos son el lugar donde los pulmones y la sangre intercambian oxígeno y dióxido de carbono durante el proceso de inhalación y exhalación.
¿Qué causa los sacos alveolares?
Los bronquiolos respiratorios desembocan en los conductos alveolares (que están rodeados de músculo liso, elastina y colágeno), que desembocan en los sacos alveolares. Estos tienen varios alvéolos, rodeados de vasos sanguíneos, del sistema pulmonar.
¿Cuál es la función del saco alveolar?
Los sacos alveolares son sacos de muchos alvéolos, que son las células que intercambian oxígeno y dióxido de carbono en los pulmones. Los conductos alveolares ayudan a los alvéolos en su función al recolectar el aire que ha sido inhalado y transportado a través del tracto y dispersarlo hacia los alvéolos en el saco alveolar.
¿Qué puede dañar los sacos alveolares?
Cuando exhalas, los alvéolos se encogen y expulsan el dióxido de carbono del cuerpo. Cuando se desarrolla el enfisema, se destruyen los alvéolos y el tejido pulmonar. Con este daño, los alvéolos no pueden soportar los bronquios. Los conductos colapsan y provocan una “obstrucción” (un bloqueo), que atrapa el aire dentro de los pulmones.
¿Cómo es un saco alveolar?
Los alvéolos forman racimos, llamados sacos alveolares, que se asemejan a racimos de uvas. Por la misma analogía, los conductos alveolares que conducen a los sacos son como los tallos de uvas individuales, pero, a diferencia de las uvas, los sacos alveolares son estructuras en forma de bolsillo formadas por varios alvéolos individuales.